Con 20.000 metros cuadrados, es el doble de grande que la mismísima Casa Blanca. Han tardado más de ocho años en construirla y lleva la firma de Paul McClean, el arquitecto de las estrellas que ha diseñado casas para Calvin Klein o Beyoncé.
La han bautizado como “The One”, y no nos extraña. Es una casa única, rodeada con un foso, que tiene entre otras excentricidades un salón de puros, una sala de cine para 30 personas, discoteca, una bolera de cuatro carriles y una zona dedicada a galas benéficas con capacidad para 200 personas.