Una joven cabizbaja está de pie frente a una hilera de sillas donde han sido colocadas flores. La imagen en blanco y negro en que se observa la escena muestra a la entonces capitana de la selección de voleibol puertorriqueña, Carmen Rosa Sabater, única de su equipo que no abordó el avión DC-9 de la Compañía Dominicana de Aviación, que se precipitó al mar Caribe el 15 de febrero de 1970, hoy hace 50 años.

Las compañeras de Carmen Rosa, el entrenador del equipo y su asistente – que se encontraban en el país participando en partidos amistosos previos a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de ese año- fueron parte de las 102 víctimas del accidente aéreo que llenó de luto a Puerto Rico y República Dominicana.

En el vuelo de la desaparecida línea área dominicana, con destino a San Juan, también murieron el campeón mundial de boxeo Carlos Teófilo Rosario Cruz (Teo Cruz), junto a su esposa Mildred Ortiz y su dos hijos; Carlos, de 7 años, y Herminía, de 5 años.