La pandemia sigue transformando nuestra vida cotidiana y viajar se ha convertido en un desafío debido a las restricciones y protocolos impuestos por distintos países. Ante el aumento de casos de COVID-19 y el riesgo de una nueva recesión económica, muchas naciones han endurecido sus medidas, dejando a los viajeros, especialmente aquellos en viajes no esenciales, enfrentando complicaciones significativas.
La segunda ola de COVID-19, que inició en Europa a finales del año pasado, ha llevado a muchos países europeos a mantener estrictos controles fronterizos. Actualmente, solo los ciudadanos europeos, residentes o quienes posean visas de larga duración pueden ingresar al continente. Los viajeros con visas de turismo no tienen permitido acceder a estos vuelos.
De igual manera, Canadá ha adoptado medidas similares. El primer ministro Justin Trudeau anunció el cierre de las fronteras hasta el 30 de abril. Esto afecta a pasajeros provenientes de países como República Dominicana y México, quienes ahora no pueden ingresar.
Estados Unidos, el país con mayor intercambio de pasajeros con República Dominicana, no exige cuarentena al llegar a su territorio. Sin embargo, sí requiere un resultado negativo de prueba de COVID-19 realizado dentro de las 72 horas previas al vuelo. Es importante destacar que este país solo acepta pruebas de antígenos o PCR, mientras que los tests de anticuerpos no son reconocidos. Si un viajero ha dado positivo en un test realizado entre 14 y 90 días antes de su vuelo, debe presentar una certificación médica que confirme que está apto para viajar. Este documento debe incluir el nombre, firma y sello del médico tratante.
El Aeropuerto Internacional de Santo Domingo cuenta con un laboratorio de emergencia para realizar pruebas de última hora, gracias a una alianza entre Aerodom y Amadita. Sin embargo, se recomienda a los pasajeros llegar con sus resultados en mano, ya que no hay garantía de poder abordar su vuelo en caso de retrasos.
Los protocolos definidos por la Junta de Aviación Civil desde julio pasado incluyen medidas básicas en todos los aeropuertos del país, como el distanciamiento físico, la limpieza y desinfección continua, la instalación de barreras en puntos de contacto entre pasajeros y empleados, y la comunicación constante mediante pantallas y señalización.
Aunque al inicio de la pandemia las aerolíneas dejaron asientos libres para garantizar mayor distancia entre pasajeros, esta práctica ha quedado en el pasado. A pesar de ello, estudios recientes aseguran que volar sigue siendo una de las actividades más seguras.
Con la constante actualización de las medidas en los países de destino y los cambios en las regulaciones, se recomienda a los viajeros consultar las redes sociales de los consulados y los sitios oficiales antes de reservar sus vuelos. La planificación y el cumplimiento de los protocolos son esenciales para evitar contratiempos.



