El presidente Joe Biden firmó el martes una segunda serie de órdenes ejecutivas para revertir las políticas migratorias de su predecesor, poniendo de relieve tanto los poderes de la Casa Blanca como sus limitaciones sin el respaldo del Congreso.
Los decretos del martes, relativos a la separación de familias, seguridad fronteriza y migración legal, elevan a nueve el número de acciones ejecutivas de Biden en materia migratoria en sus primeras dos semanas en la presidencia.
Con una propuesta de ley para otorgarles estatus legal y una vía a la naturalización a cerca de 11 millones de personas, Biden se ha centrado rápidamente en muchos de los cambios radicales que implementó el presidente Donald Trump para desalentar la inmigración, tanto legal como ilegal, y estableció un proyecto que posiblemente permanezca mucho después de que haya dejado el cargo, siempre que obtenga apoyo suficiente en un Congreso sumamente dividido.