El asalto al Capitolio no logró cambiar nada, porque Joe Biden se ha convertido en el 46º presidente de Estados Unidos, pero nada será igual después del 6 de enero porque demostró hasta qué punto han sido dañinos los cuatro años de Donald Trump en la Casa Blanca.

Biden se encuentra con un país en un momento muy peligroso, tal vez el más crispado desde el movimiento de los derechos civiles, a mediados de los años sesenta.

La ceremonia, además de no contar con la asistencia del mandatario saliente, lo que no ocurre desde 1869 en ese país, resultará muy limitada en cuanto a participantes, por la pandemia y las amenazas y actos violentos de los últimos días, incitados por Trump.