“Operación Anti Pulpo”, así es como se le ha denominado a la intervención que desde la noche del pasado sábado y la madrugada del domingo ha llevado delante de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca) a 10 exfuncionarios del gobierno pasado. 

En la “Operación Anti Pulpo”, participó un grupo de fiscales que tuvo a cargo la responsabilidad de dirigir las pesquisas en las que participaron decenas de agentes de las tropas élites de la Policía Nacional.

Los señalados por corrupción administrativa y “proveedores privilegiados y testaferros que aprovecharon vínculos familiares con el poder político para acumular fortunas” fueron trasladados a la cárcel preventiva que opera en el edificio que aloja a la Fiscalía del Distrito Nacional y cuya seguridad se encuentra bajo el control del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria.