La Procuraduría acusa a Alexis Medina de ser el cabecilla visible de una estructura de exfuncionarios, así como de “proveedores privilegiados y testaferros” cuya finalidad era cometer supuesta corrupción administrativa.
Supuestamente, los apresados “aprovecharon vínculos familiares con el poder político para acumular fortunas durante el pasado período de gobierno”.
Pero Medina aseguró que nunca ha tratado de ocultar nada y que ha estado haciendo negocios desde 1995 en el área médica, reparando equipos en los hospitales.
Más allá de las acusaciones de estafa, coalición de funcionarios o de lavado de activos que se atribuye a la supuesta red de corrupción, el Ministerio Público hizo referencia a un supuesto “tumbe” de contrato que se habría realizado desde la Procuraduría para favorecer a una empresa de Medina Sánchez, presunta cabeza visible del entramado que refiere la Pepca.