Cinco miembros del personal de la nueva película de Tom Cruise renunciaron por sentir que era una paradójica “misión imposible” seguir trabajando para la estrella de Hollywood tras un nuevo ataque de furia en el set. Pero todo empeoró cuando el audio del actor, furioso al ver que dos empleados no cumplían con los estrictos protocolos anticovid, se viralizó en todo el mundo.

“El primer estallido fue grande, pero las cosas no se han calmado desde entonces. La tensión se ha ido acumulando durante meses y esta fue la gota que colmó el vaso. Desde que se hizo público, ha habido más enojos y varios miembros del personal se han marchado “, dijo una fuente al medio británico The Sun.