El juicio contra los seis implicados en los sobornos que admitió pagar en el país la constructora brasileña Norberto Odebrecht, por US$92 millones, para conseguir contratos de obras entre el 2001 y el 2014, se encuentra “frizado” en la fase de las pruebas.
El caso ha tenido que ser suspendido en varias audiencias por la no comparecencia de testigos aportados por el ministerio público. Se trata de los ejecutivos de Odebrecht, Mauricio Danta Bezerra y Rodrigo Maluf Cardoso, cuya ausencia, por más de una ocasión, motivó a que el titular de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), Wilson Camacho, anunciara ayer a la salida del tribunal, que el ministerio público considera dejar sin efecto el acuerdo de lenidad que suscribió en 2017 con Odebrecht.