En el programa #tumañanabycachicha la llamda telefonica del Cronista Deportivo Cristian Rojas aborda el tema de los equipos Escogido y Licey los cuales no están por confiarse a ser de los Marlins con el COVID-19. Los azules se han sumado a sus compañeros de casa y tendrán a sus jugadores recluidos en dos hoteles, como medida de prevención al coronavirus. Los importados estarán en uno y los nativos en otro.

Los peloteros de las novenas capitaleñas estarán concentrados en estos albergues y saldrán de allí cuando tengan partidos o prácticas. Así lo confirmó ayer a DL el presidente de los Tigres, el doctor Domingo Pichardo.

Sin embargo, al igual que los rojos, no se trata de una burbuja. Habrá un personal con la responsabilidad de asegurarse de que si un pelotero decide salir del hotel se someta a una rigurosa prueba que garantice está libre del virus que ya ha costado la vida a 2,257 personas en el país y más de un millón en el resto del planeta. El protocolo diseñado por Salud Pública para la Lidom establece que cada semana los jugadores, técnicos y el resto del personal de cada club tendrá que someterse a una prueba y superarla para poder ingresar al clubhouse y terreno, al menos 75 por equipo.

Antes de cada juego, un equipo médico tendrá que asegurarse que cada integrante tenga la temperatura del cuerpo por debajo de los 30 grados Celcius, además de no presentar síntomas COVID-19.

En la Liga Mexicana del Pacífico, la única del otoño-invierno que ha comenzado, esta semana se canceló la segunda serie a causa del número de casos positivos en un equipo.

El circuito azteca establece que para suspender un encuentro el roster debe tener al menos 14 de los 30 jugadores habilitados. Los Sultanes de Monterrey tenían 21 jugadores que no superaron las pruebas para enfrentar a los Naranjeros de Hermosillo. La semana pasada, los Naranjeros no pudieron jugar con los Tomateros de Culiacán por no poder completar la plantilla.