Los hijos del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán equiparon una supuesta escuela con pantallas, bancas, sillas, uniformes, equipo de cómputo e internet para que 90 estudiantes de primaria de la capital de Sinaloa, estado del noroeste del país norteamericano, continúen con sus estudios en la pandemia.

Esmeralda, una de las instructoras voluntarias del nuevo centro escolar en la colonia Ampliación Bicentenario, uno de los barrios más pobres de Culiacán, aseguró a la agencia EFE que no hubo condicionamiento alguno de los llamados “Chapitos” hacia la comunidad.