Donald Trump, quien promete desafiar los resultados en los tribunales, exige que se pare el conteo de votos. Además, insiste -sin pruebas- en que ha habido un “fraude masivo”, lo que está generando cada vez más tensión y nervios en las calles, sin incidentes de relevancia hasta el momento, salvo algunas manifestaciones frente a colegios electorales en estados como Pensilvania y Arizona.

Los últimos datos del escrutinio de Pensilvania arrojan una ventaja de más de 5.587 votos para el candidato demócrata. El margen de Trump se ha derrumbado de una ventaja inicial de casi 700.000 votos después de que comenzara el conteo de papeletas enviadas por correo, la mayoría demócratas. Todavía quedan cerca de 20.000 votos por escrutar en el estado.