La Cámara de Diputados envió en agosto pasado a una comisión especial un proyecto de ley para despenalizar el aborto, tras decidir que el asunto quede fuera del Código Penal y que se debata más adelante como una ley específica.

Para la activista Sergia Galván, la ley especial “es un engaño que llevan años intentando (los antiabortistas), es una medida tramposa” para entretener a los defensores de las tres causales mientras se aprueba el Código Penal sancionando de manera absoluta la interrupción del embarazo.