El beisbolista de Grandes Ligas Robinson Canó, reconocido como uno de los mejores intermedistas de la última década, fue ascendido esta semana al rango de primer teniente en la Policía Nacional de República Dominicana. La noticia generó sorpresa y opiniones encontradas, dado que Canó, actualmente jugador de los Marineros de Seattle, posee un contrato multimillonario de 240 millones de dólares, mientras que el salario asignado a su nuevo rango policial sería de apenas 15 mil pesos dominicanos.
Durante un programa televisivo donde se abordó el tema, los panelistas expresaron asombro por el ascenso y cuestionaron si Canó ha ofrecido algún tipo de servicio público más allá de representar dignamente al país en el deporte. Aunque se reconoció su impacto positivo en la imagen nacional, surgieron comentarios en tono irónico respecto a su nuevo rango y el contraste con otros policías que esperan ascensos durante años. “A mí tienen que darme el rango de general”, comentó uno de los comentaristas en forma de crítica.
Según se explicó en el mismo espacio, Canó figura como asimilado en la estructura de la Policía, lo que permite a ciertos civiles recibir rangos simbólicos o administrativos. Aun así, el caso ha levantado polémica entre miembros activos de las fuerzas armadas que consideran injusto que un atleta profesional reciba ascensos formales mientras muchos oficiales en servicio esperan reconocimiento por su trayectoria.



