La ciudad de Santiago despertó impactada por la noticia del fallecimiento de Fernando Bermúdez, candidato a diputado por el PRM y figura ampliamente conocida tanto en círculos políticos como en la clase media y alta. Su cuerpo fue hallado sin vida dentro de su vehículo, estacionado en el residencial Camp David Hills, donde residía. Según las autoridades, el hallazgo se produjo varios días después de su desaparición, y junto al cuerpo se encontró una carta de despedida.
En la misiva, ya difundida por varios medios, Bermúdez detalla cómo desea que se distribuyan sus bienes, lo que refuerza la hipótesis de suicidio como causa del fallecimiento. La fiscalía, representada por Nelson Cabrera, confirmó que no hay signos de violencia ni evidencia de participación de terceros. El candidato había mostrado señales de alerta en redes sociales, donde expresó opiniones críticas y reflexiones sobre otros casos de suicidio recientes en el país.
Fernando Bermúdez tenía 34 años y pertenecía a una familia de gran notoriedad nacional. Su imagen era familiar en Santiago, tanto por su campaña electoral como por su presencia en vallas, redes y medios locales. Su partida ha provocado una fuerte reacción pública y ha reavivado el debate sobre la salud mental y el bienestar emocional de las figuras políticas y públicas en el país.



