La noche del sábado quedó marcada para siempre en el corazón de la música dominicana. Minutos antes de subir al escenario del centro de eventos 360, el legendario cantautor Fernando Echavarría falleció a causa de un ataque fulminante al corazón. Su compañero de escenario esa noche, Pachi Carrasco, relató conmovido los instantes previos a la tragedia. “Yo acababa de llegar y fue Irving quien me dio la noticia. Nadie lo podía creer. Pensamos que era un bajón de azúcar como el que tuvo días antes en San Andrés”, confesó Carrasco, recordando cómo Fernando, aún con problemas de salud, nunca dejaba de cumplir con su arte.
Fernando tenía una energía única: actuaba sin importar la hora, el clima o las condiciones. “Era un tipo fuerte, no se detenía. Tocábamos hasta las tres de la mañana, y aunque hacía un calor insoportable, él seguía. Esa noche, entró por la zona de artistas con su equipo habitual, pero algo no estaba bien. Caminaba con dificultad”, narró Pachi. Mientras algunos pensaban que solo necesitaba un respiro o un poco de azúcar, Henya, otra de las artistas de la velada, subió a escena sin saber que, tras bambalinas, Fernando ya no volvería a cantar. El público, ignorante del drama, esperaba su salida mientras los organizadores intentaban estabilizarlo.
Fue la comunicadora Marina Frías quien confirmó en tarima lo impensable: Fernando Echavarría había fallecido camino al centro médico. “Se apagó la música, se prendieron las luces, y nos quedamos todos en shock”, recuerda Pachi. La noticia corrió como pólvora entre artistas y asistentes, muchos de los cuales aún esperaban verlo aparecer con su sonrisa característica. Lo que quedó fue un vacío inmenso, una tristeza colectiva, y el recuerdo eterno de un hombre que dio su última nota con el alma, sin saber que esa noche, él mismo sería la canción final.



