Cinco años después del devastador terremoto de 7.3 grados que azotó Haití en enero de 2010, dejando más de 316,000 muertos y reduciendo a escombros al país, la voluntad solidaria dominicana ha germinado en un símbolo de esperanza: la reconstrucción del Hospital Infantil San Francisco de Sales. Bajo el liderazgo de la Fundación Sur Futuro, en colaboración con la Fundación Juan Luis Guerra y numerosos aliados nacionales e internacionales, el proyecto culminó esta semana con la entrega de una estructura hospitalaria moderna, con capacidad para 200 camas y servicios de pediatría, maternidad, cuidados intensivos y clínicas externas.
El proyecto, que implicó un presupuesto superior a los 22 millones de dólares, enfrentó dificultades logísticas, cambios políticos y carencias económicas durante su ejecución. No obstante, gracias a eventos como el telemaratón solidario liderado por Yanna Tavares y el concierto Un Canto de Esperanza por Haití, con artistas de renombre internacional, fue posible movilizar los recursos iniciales. También fue fundamental el respaldo de instituciones como Catholic Health Association, empresas norteamericanas, la firma constructora Oteza, y la supervisión del comité internacional de donantes. Aún falta por completar el 10% del equipamiento médico, pero se espera que, con nuevas donaciones, el centro de salud esté plenamente operativo en los próximos meses.
Más allá de los avances técnicos, este hospital es símbolo de hermandad entre pueblos. La obra ha sido bien recibida por la Iglesia Católica de ambos países y por la Universidad de Notre Dame, que brindará apoyo académico y técnico. Su modelo de atención busca autosostenerse, ofreciendo servicios a pacientes de cualquier condición económica. La obra demuestra que, con unión y persistencia, es posible transformar la tragedia en un acto concreto de amor colectivo.



