En una reciente entrevista exclusiva, Kevin Domínguez, padre de Kenya, una mujer embarazada que fue secuestrada, compartió detalles del dramático rescate de su hija y desmintió rotundamente cualquier vinculación con asuntos de drogas, contradiciendo las afirmaciones de la policía.

Domínguez relató los eventos con precisión. Según su relato, quince minutos después de que le confirmaron el secuestro de su hija y le pidieran dinero, se dirigió a la policía y a la fiscalía. Aunque inicialmente quiso manejar la situación a su manera, su esposa insistió en involucrar a las autoridades.

Domínguez explicó que al día siguiente, con el dinero del rescate listo, acudieron con la policía y la fiscalía al lugar acordado. Sin embargo, el secuestrador, identificado como Joel, se dio cuenta de la presencia policial y no liberó a Kenya. Domínguez describió la angustiosa experiencia que siguió, comparando la situación con otros cinco secuestros de empresarios en Santiago que, según él, también fueron perpetrados por Joel y no fueron suficientemente publicitados por las autoridades.

Afirmó que a los 15 minutos de estar en la policía, recibieron la primera llamada al teléfono de su esposa, donde se les pedía droga y dinero. Kevin explicó que, utilizando un sistema para grabar llamadas, reconoció la voz del secuestrador al segundo día. “Le dije a los policías que estaban conmigo y con mi esposa: ‘Esa voz la conozco'”, comentó.

Desesperado por la seguridad de su hija, Domínguez contactó a un amigo común de Joel, quien le proporcionó la dirección de la madre del secuestrador. Con una orden de allanamiento y acompañado por la policía, enfrentaron a la madre de Joel, mostrándole grabaciones y rogándole que interviniera. Fue entonces cuando recibieron una llamada de Kenya. Domínguez le dijo a su hija que informara a Joel que tenía a su madre frente a él. La madre de Joel intervino y, en cuestión de minutos, Kenya fue liberada.

Kevin Domínguez negó categóricamente las acusaciones de la policía sobre un vínculo con drogas. “La primera llamada fue para pedir droga y dinero, pero no pagamos ni un centavo,” aseguró. Además, cuestionó por qué las autoridades no han hecho públicas las actividades delictivas de Joel, a quien acusa de dirigir una “industria del secuestro” en Santiago.