La semana comenzó con una intensa protesta de cañeros frente al Palacio Nacional. La manifestación atrajo la atención de numerosos ciudadanos, quienes observaron cómo los trabajadores del sector azucarero exigían derechos adquiridos y el pago de sus deudas. Las calles se llenaron de pancartas, gritos de justicia y policías en estado de alerta, preparados para cualquier eventualidad.
Simultáneamente, en la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), se llevaba a cabo un conversatorio sobre seguridad ciudadana y medios de comunicación. En el evento, el expresidente Leonel Fernández saludó a los asistentes y participó en las discusiones junto a destacados periodistas y académicos. La jornada incluyó preguntas y respuestas, y culminó con una fotografía grupal para la revista de la fundación.
El jueves, Fernández se reunió en sus nuevas oficinas políticas con ex-oficiales de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. El encuentro, lleno de aplausos y nostalgia, reunió a antiguos jefes policiales y militares que recordaron su servicio al país. Fernández, en su discurso, destacó la importancia de la lealtad y el compromiso con la nación, generando ovaciones entre los presentes.
Más tarde, en la lejana provincia de Azua de Compostela, se observó un despliegue significativo de policías y militares. La ocasión fue marcada por la presencia de altos oficiales y un ambiente de protocolo y formalidad. Los asistentes, incluidos el ministro de las Fuerzas Armadas y el jefe de la policía, esperaban la llegada del presidente Danilo Medina, quien arribó puntualmente, destacando la importancia del orden y la seguridad en la región.
Así transcurrió una semana cargada de actividades y protestas, reflejando la diversidad de desafíos y demandas en la sociedad dominicana. Desde los cañeros luchando por sus derechos hasta las altas esferas políticas discutiendo sobre seguridad, cada evento demostró la complejidad y la vitalidad del país.



