Un hombre de origen hispano recibirá 20 millones de dólares como compensación por haber pasado 20 años tras las rejas por un crimen que no cometió en Illinois. En 1992, el sujeto fue condenado a cadena perpetua por la violación y asesinato de una niña. Sin embargo, nuevas pruebas de ADN demostraron su inocencia, llevando a su liberación en 2012. La indemnización será de un millón de dólares por cada año que pasó en prisión, reconociendo la grave injusticia que sufrió.



