Quirino Ernesto Paulino Castillo, conocido como “El Don”, ha vuelto a ser el centro de atención mediática con explosivas declaraciones que involucran al expresidente Leonel Fernández en una supuesta red de corrupción y financiamiento ilícito. Paulino Castillo, un condenado narcotraficante oriundo de Elías Piña, fue arrestado el 18 de diciembre de 2004 por su vinculación con un cargamento de 1,387 kilos de cocaína incautado por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).

Paulino Castillo y su esposa, Belkis Elizabeth Ubrí Medrano, fueron detenidos en un Mercedes Benz en la avenida Núñez de Cáceres. Posteriormente, el 1 de febrero de 2005, se inició su proceso de extradición a Estados Unidos, donde en septiembre de 2008 comenzó su juicio por tráfico de drogas. Este caso atrajo una considerable atención mediática no sólo por la magnitud del contrabando incautado, sino también por el ascenso meteórico de Paulino Castillo en el ejército dominicano y sus conexiones políticas. Ingresó al ejército como segundo teniente y rápidamente fue promovido a capitán, además de ser juramentado en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) por Sergio Grullón, cuñado del entonces presidente Hipólito Mejía.

Esta semana, el caso de Paulino Castillo ha tomado un giro inesperado. En una carta pública y durante varias apariciones en programas de radio y televisión, “El Don” ha acusado al expresidente Leonel Fernández de haber recibido grandes sumas de dinero provenientes de sus actividades ilícitas. Según sus declaraciones, parte de este dinero fue destinado a la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), dirigida por Fernández. “Ahí en la fundación hay inversiones mías”, afirmó, señalando que él y Félix Bautista adquirieron una planta eléctrica de 600 kilos para la institución.

Paulino Castillo asegura haber entregado al expresidente más de 200 millones de pesos. “El narcotráfico es una industria que produce demasiado dinero. 200 millones de pesos en el narcotráfico es como una coma,” declaró, subrayando la aparente complicidad y cercanía que mantenía con Fernández.

Estas revelaciones han generado opiniones divididas y un intenso debate en la opinión pública. Paulino Castillo criticó la falta de atención a su carta y desafió la moralidad de los políticos involucrados. “Si son personas que tienen todo grado de moral, tenían que ponerme atención absoluta,” dijo. Además, detalló encuentros regulares con allegados de Fernández que, según él, recogían dinero en su casa.

En su relato, Paulino Castillo evitó dar detalles sobre su relación con otros gobiernos, particularmente con Hipólito Mejía, a pesar de que reconoció tener vínculos desde el inicio de su carrera en el narcotráfico.

Las declaraciones de Quirino Ernesto Paulino Castillo han sacudido el panorama político dominicano, planteando serias acusaciones contra figuras prominentes del país. Mientras la veracidad de sus afirmaciones sigue bajo escrutinio, el impacto de sus palabras promete desencadenar nuevas investigaciones y debates sobre la corrupción y el narcotráfico en la República Dominicana.