En el popular programa “Más Roberto”, cuatro panelistas debatieron animadamente cómo manejar la situación cuando uno de los miembros de la pareja prefiere quedarse en casa mientras el otro disfruta de salir de fiesta. Los participantes ofrecieron diversos puntos de vista sobre este conflicto común en las relaciones modernas.

Uno de los panelistas comenzó afirmando que prefiere estar en casa, sugiriendo que este rol es igualmente válido para los hombres. “Yo soy un hombre de la casa, a mí me gusta estar en la casa siempre”, declaró, lo cual fue apoyado por otro que añadió: “Así es que se necesitan los hombres”. Este intercambio inicial subrayó la flexibilidad de los roles de género en el contexto de las preferencias personales.

La conversación se volvió más crítica cuando se discutió el caso de las mujeres que prefieren salir. Un panelista expresó: “Yo creo que debe estar la mujer en su hogar, atendiendo, cuidando a su pareja”, lo que provocó un debate sobre los roles tradicionales de género y la equidad en las relaciones. Liz, otra panelista, sugirió la importancia de la comunicación y el compromiso mutuo:

Sin embargo, algunos panelistas mostraron fuertes opiniones en contra de las mujeres que disfrutan de la vida nocturna. “La mujer que quiere estar en la calle es un demonio que tiene que tener…”, comentó uno de ellos, sugiriendo incluso la necesidad de intervención espiritual. Este tipo de comentarios revelaron las tensiones y prejuicios que aún persisten en la sociedad respecto a los roles de género y las expectativas sobre el comportamiento de hombres y mujeres.