Adrián Donato Salcedo Rosario, conocido popularmente como Cristian Casa Blanca, ha saltado nuevamente a la controversia. Autoproclamado como “la mente maestra” por su supuesta habilidad para predecir números de lotería, Casa Blanca ostenta una riqueza que él mismo atribuye a sus dones adivinatorios. Sin embargo, recientemente ha estado en el centro de un escándalo que involucra un lujoso Lamborghini Aventador verde, cuyo valor se estima en 19 millones de pesos.

En las últimas semanas, una fotografía de Casa Blanca con su Lamborghini ha circulado ampliamente en las redes sociales. El vehículo, captado en el muelle y posteriormente en una plaza comercial de la ciudad, fue visto sin placa. Al subir Nuria la imagen a Twitter, se hizo un llamado a las autoridades para que se asegurará de que Casa Blanca cumpliera con las leyes de tránsito.

La Dirección General de Tránsito y Transporte Terrestre (DGTT) inició una investigación tras corroborar que el Lamborghini portaba una placa de exhibición asignada originalmente a un Jeep. Esto reveló que el lujoso automóvil no había pagado los impuestos necesarios para circular legalmente. La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) multó al concesionario que facilitó la placa de exhibición y está investigando si se pagaron los impuestos de importación correspondientes.

NCDN envió a una periodista para interrogar a Casa Blanca sobre las irregularidades de su vehículo. Sin embargo, su respuesta fue evasiva y teatral, sin proporcionar claridad sobre el asunto. En un encuentro posterior, Casa Blanca fue visto subiendo a un Porsche blanco, también con una placa de exhibición.

La investigación se ha extendido al diputado Alexis Jiménez, a quien está vinculada la exoneración del Lamborghini verde. La ley dominicana permite a los legisladores importar un vehículo libre de impuestos cada dos años, pero prohíbe la transferencia del mismo en ese periodo. Jiménez, quien posee varios vehículos de lujo, ha negado haber cometido alguna ilegalidad y ha anunciado que dará explicaciones en una rueda de prensa.

Este incidente pone en cuestión las fuentes de la ostentosa riqueza de Casa Blanca, especialmente dado que su oficina es notablemente modesta y carece de la afluencia de clientes que cabría esperar de alguien con sus supuestas habilidades. La pregunta persiste: ¿de dónde provienen realmente los millones de pesos que exhibe?