Esta semana, la frontera dominico-haitiana en Malpasse fue testigo de tensiones persistentes. En la madrugada del lunes, en la zona conocida como La Bomba, soldados del ejército dominicano trasladaron a indocumentados haitianos en un camión. Hombres, mujeres y niños fueron llevados a la puerta fronteriza, bloqueada por una protesta de camioneros que exigían la liberación de compañeros detenidos en Haití. La espera se prolongó hasta las ocho de la mañana, cuando finalmente se abrió el paso fronterizo. Numerosos haitianos cruzaron para comprar y transportar mercancías. El general Carlos Aguirre Reyes, jefe del CESFRONT, supervisó la operación, mientras los camiones seguían bloqueando el paso y los vendedores de limones sufrían pérdidas en su mercancía. La situación cotidiana en el cruce continuó con los soldados realizando revisiones y la presencia de policías haitianos armados. Cerca del mediodía, las autoridades de ambos países se reunieron para buscar soluciones, alcanzando un primer acuerdo que se desarrollaría en la tarde.

El martes, a las dos y quince de la tarde, vehículos de asuntos internos se congregaron frente a la Procuraduría. La tensión era palpable cuando el procurador Domínguez Brito, acompañado por los procuradores Miranda Villalona y Bolívar Sánchez, junto al coronel Pichardo de asuntos internos, ingresó a la sala de prensa. La periodista Tessie Sánchez moderó la conferencia, donde el procurador detalló un caso de corrupción que implicaba a más de veinticinco oficiales acusados de apoderarse de 900 kilos de cocaína en el sector de La Isabelita. El caso Dican puso de manifiesto la corrupción en la policía y el sistema judicial. A las cuatro de la tarde, el mayor Luciano Gómez se entregó en la Procuraduría, permaneciendo en silencio mientras era trasladado a Manoguayabo. La jueza Wendy Martínez Mejía, de la Cámara Penal de la Corte de Apelación de Santo Domingo, dictó un año de prisión preventiva para nueve implicados, subrayando la gravedad del caso.

El jueves 15 de enero, la Suprema Corte de Justicia acogió la audiencia preliminar del caso Félix Bautista. Desde las 9:45 de la mañana, la Procuraduría estuvo rodeada de policías y simpatizantes del senador. La sexta planta se llenó de personas intentando entrar, mientras la sala de audiencias, abarrotada de senadores y aliados de Bautista, presenciaba la sesión. La audiencia reflejó la gravedad y el interés público en este caso emblemático de corrupción política.