Lo que comenzó como un acto de solidaridad se transformó en una pesadilla la noche del pasado sábado en la calle Nicolás Casimiro, del sector Las Palmas de Herrera. Cuatro jóvenes que intentaron ayudar a una mujer inconsciente fueron recibidos con disparos, resultando en la muerte de uno de ellos, heridas a una menor de edad y a otro joven con una bala incrustada en la cabeza.

El trágico incidente ocurrió alrededor de las 11 de la noche, cuando Emily de la Cruz, Salvador Vivieca, Alberto Zabal Abreu y una sobrina menor de edad se detuvieron para asistir a una mujer que yacía desmayada en la calle. Según el relato de De la Cruz, al acercarse a la mujer, el suboficial de la policía y pareja de la misma, identificado como José Contreras Soto, de 20 años, rechazó la ayuda.

“Nosotros queríamos ayudar a la muchacha porque parecía estar en grave estado. Sin embargo, el suboficial insistió en que no era nada, que ella siempre hacía esos shows,” narró De la Cruz. La tensión escaló cuando Contreras Soto comenzó a agredir físicamente a la mujer inconsciente y, posteriormente, a los jóvenes que intentaban auxiliarla.

La situación se tornó violenta cuando Contreras Soto sacó su arma y comenzó a disparar indiscriminadamente. En medio del caos, Vivieca fue alcanzado por una bala y murió en el lugar, mientras que la sobrina de De la Cruz y Alberto Zabal Abreu resultaron heridos.

“Fue una escena aterradora. Después de los disparos, intentamos huir y buscar ayuda, pero él nos siguió disparando,” continuó De la Cruz. La versión de los jóvenes fue corroborada por vecinos del sector, quienes, aunque temen represalias, describieron al suboficial como una persona violenta y conflictiva.

La situación se complicó aún más debido a las intimidaciones de allegados al agresor, quienes han fotografiado a los denunciantes y sus familias en las afueras del Palacio de Justicia de la provincia de Santo Domingo, en un intento por amedrentarlos antes de la audiencia de medidas coercitivas.

El padre del suboficial, que también prefirió mantenerse en el anonimato, respaldó la versión de su hijo, alegando que los jóvenes se comportaron de manera agresiva y que su hijo actuó en defensa propia.

El caso ha conmocionado a la comunidad de Santo Domingo Oeste y ha puesto de relieve la necesidad de investigar las circunstancias que llevaron a esta tragedia, así como de garantizar la seguridad de los testigos y familiares de las víctimas.