En una vehemente denuncia pública, el periodista Marino Zapete ha puesto en entredicho la veracidad de la lucha contra el narcotráfico en el país, señalando una supuesta connivencia entre las autoridades locales y el narcotráfico internacional, con especial mención a la influencia y acciones de Estados Unidos.

Zapete argumenta que mientras Estados Unidos se posiciona globalmente como el perseguidor implacable de los grandes capos del narcotráfico, interviniendo en países como Colombia, Brasil, México, Bolivia y Panamá, no se presta la misma atención a los distribuidores y receptores de droga dentro de su propio territorio. “Estados Unidos tiene una de las fronteras más seguras, por la gran capacidad operativa y técnica que tiene, y la droga en Estados Unidos se mueve de estado a estado sin mayores obstáculos”, aseveró Zapete, cuestionando la inexistencia de grandes capos estadounidenses identificados y perseguidos.

Recordó el caso de Quirino Paulino, donde casi dos toneladas de droga fueron transportadas en un camión desde el sur hasta Santiago, custodiadas por un coronel, para luego ser interceptadas en Los Alcarrizos. Zapete subrayó que las investigaciones nunca llegaron hasta la zona franca que enviaba la droga a Estados Unidos ni identificaron a los destinatarios en el país norteamericano. “Solo implicaron a Quirino, al coronel y al chofer”, enfatizó, sugiriendo que la supuesta persecución no era más que una farsa.

El periodista criticó la aparente indiferencia de las autoridades locales y extranjeras en desenmascarar a los verdaderos actores detrás del narcotráfico. Según él, “una buena parte del aparato que dice perseguir la droga vive de eso”, señalando la complicidad de policías y fiscales.

Zapete también puso en evidencia la opulencia financiada por el narcotráfico, cuestionando cómo es posible que en un país sin la capacidad financiera para grandes proyectos comerciales y residenciales existan apartamentos y torres de lujo cuyo valor supera los diez millones de dólares. “Aquí todo el que tiene un puesto de droga paga, y el que no paga, lo matan o lo meten preso”, aseguró, sugiriendo que la persecución de la droga es, en realidad, una forma de extorsión oficial.

El mensaje de Zapete no se limitó a las autoridades estadounidenses, sino que también se dirigió al procurador Francisco Domínguez Brito, enfatizando la necesidad de una acción más efectiva y transparente en la lucha contra el narcotráfico dentro del país. “Le digo yo a mi querido amigo Francisco Domínguez Brito, se sabe todo el que vende droga, se sabe”, sentenció.