En un giro revelador, documentos ocultos que salen a la luz arrojan luz sobre las intrigas dentro de la Cancillería Dominicana. Un acceso privilegiado a estos archivos, hasta ahora fuera del alcance incluso de las nuevas autoridades, destapa una red de designaciones, salarios inflados y nepotismo desenfrenado.
La lista de embajadores, cónsules y funcionarios del Servicio Exterior, detallando no solo sus roles y designaciones sino también los salarios, revela un panorama alarmante. Una cantidad significativa de estos nombramientos, se descubre, están directamente vinculados a figuras clave del Partido de la Liberación Dominicana.
Lo que emerge es una trama de favores políticos, donde los lazos familiares y las conexiones partidistas prevalecen sobre el mérito profesional. La disparidad salarial entre individuos desempeñando roles similares es particularmente chocante, con cifras que oscilan desde los modestos 3.000 dólares hasta asombrosos 40.000 dólares.
Los embajadores mejor pagados, según las nóminas de 2012, exponen una brecha salarial impactante. Pedro Vergés, embajador ante la OEA, y César Medina Abreu, embajador en Panamá, lideran la lista con asignaciones de 40.000 dólares cada uno. Le siguen Hugo Guiliani Cury, con 38.000 dólares, y Hans Dannenberg, embajador en la India, con 34.500 dólares.
Este escándalo no sólo pone al descubierto la opacidad y los privilegios dentro de la Cancillería, sino que también plantea serias preguntas sobre la eficacia y la integridad de las instituciones gubernamentales. Con la promesa de una acción inminente por parte del gobierno del presidente Danilo Medina, los dominicanos esperan ansiosos una solución a esta situación de desorden y derroche desenfrenado de fondos públicos.