Robinson Canó, conocido por su destacada carrera en el béisbol profesional, ha cautivado a fanáticos alrededor del mundo con su habilidad en el campo. Sin embargo, pocos conocen la historia detrás del atleta, una historia que comienza en las calles de su barrio natal y está profundamente arraigada en sus experiencias de niñez y sus valores familiares.
Robinson Canó nació y creció en un barrio humilde de San Pedro de Macorís. Su infancia estuvo marcada por la ausencia temporal de su padre, también jugador de béisbol, quien pasaba meses fuera debido a su profesión. “Crecí más con mi madre, mi abuela y mi familia,” explica. “Los fines de semana iba a casa de mi abuela, donde mis tíos me llevaban a la liga a jugar.”
A pesar de las dificultades económicas, Canó destaca la importancia de no olvidar sus raíces. “Siempre visito a mis amistades donde crecí,” afirma. “No olvido de dónde vengo, creo que eso es muy importante. La humildad es esencial.” La figura de su padre también influyó en su desarrollo. “Mi papá se llevaba bien con todo el mundo y eso me enseñó mucho”, comenta. Canó bromea diciendo que heredó el talento para el bateo de su madre, quien jugaba softball incluso durante su embarazo.
Canó expresa una profunda conexión con las Estrellas Orientales, un equipo de la liga de invierno dominicana. A pesar de su amor por las Estrellas, Canó reconoce las complejidades de pertenecer a una organización de Grandes Ligas. “El año pasado quería jugar, pero mi equipo me dijo que no podía arriesgarme a una lesión,” explica. Sin embargo, sigue buscando la manera de obtener el permiso necesario para jugar en la liga invernal. “Es una decisión difícil, pero estoy decidido a intentarlo.”
La vida de un jugador de béisbol profesional está lejos de ser sencilla. “Nosotros duramos nueve meses en Estados Unidos,” dice Canó. “Desde febrero hasta octubre, no tenemos un fin de semana libre.” Sin embargo, a pesar de las críticas que pueda recibir por su vida pública, Canó mantiene una perspectiva positiva y agradecida. “Espero que Dios nos siga ayudando como lo ha hecho hasta ahora”, concluye.
Robinson Canó, una figura emblemática del béisbol, nos recuerda que detrás del uniforme y las estadísticas hay una historia de perseverancia, humildad y amor por sus raíces. Su viaje desde las calles de San Pedro de Macorís hasta los estadios más grandes del mundo es un testimonio de su dedicación y pasión por el deporte.