Cristian Casa Blanca ha vuelto a ser el centro de atención, esta vez debido a su reciente predicción sobre el número 13. Mientras una periodista lo abordaba en la calle, Casa Blanca aseguró que el número 13 saldría pronto, y efectivamente, este salió un sábado. Sin embargo, las afirmaciones de Casa Blanca han sido puestas en duda por Nuria Piera, quien ha decidido aclarar la situación.
Según Piera, Casa Blanca hizo su predicción en una entrevista realizada por Paloma, periodista de Enfoque Final, el lunes 20 de mayo. En esa ocasión, Casa Blanca mencionó los números 13 y 31, sugiriendo que saldrían pronto. Sin embargo, el número 13 no apareció en las loterías recomendadas por Casa Blanca (La Nacional y Leidsa) hasta varios días después.
Piera destaca que las predicciones de Casa Blanca no tienen una temporalidad clara, lo que pone en duda su supuesta clarividencia. “Si él dice el lunes, juega ese número, uno entiende que ese día va a salir el número”, afirmó Piera. A lo largo de esa semana, los números recomendados por Casa Blanca no aparecieron en las loterías mencionadas, dejando en entredicho sus métodos.
La investigación de Nuria también revela problemas en la supuesta filantropía de Casa Blanca . Este se jactó de haber donado una ambulancia al Cuerpo de Bomberos de San Pedro, sin embargo, la realidad dista mucho de lo que se presentó públicamente. La ambulancia donada, un modelo Ford de 1996, estaba en pésimo estado y resultó ser inservible. Los bomberos confirmaron que solo pudieron utilizarla en dos ocasiones antes de que quedara completamente arrumbada.
Además, se han revelado nuevas acusaciones sobre cómo Casa Blanca maneja los números que ofrece a sus clientes, cobrando hasta 50 mil pesos por consulta. Según una fuente anónima que fue cliente de Casa Blanca durante muchos años, los números que él proporciona no tienen nada de clarividencia, sino que son obtenidos de la página de entretenimiento con este.com, que publica todos los números que ya han salido en las diferentes loterías del país.
Nuria Piera concluye que las prácticas de Casa Blanca carecen de transparencia y que sus afirmaciones sobre predicciones y filantropía son cuestionables. La controversia sobre el número 13 y la donación de la ambulancia solo subrayan la necesidad de una mayor vigilancia y crítica sobre figuras públicas que hacen afirmaciones extraordinarias sin pruebas claras.