El negocio de la pornografía en México ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, generando millones de dólares anualmente. Hablamos con diversas personalidades del cine para adultos para adentrarnos en este mundo tan controvertido y en constante expansión.

Para algunos, la pornografía es sinónimo de pecado y lujuria, mientras que para otros representa el pleno ejercicio de la sexualidad. Más allá de los juicios morales, la industria del cine para adultos ha emergido con fuerza en México, con unas 800 películas grabadas al año según cifras de las casas productoras.

En 2012 marcó el repunte de esta industria, con un aumento significativo en las solicitudes de aspirantes a actores y actrices porno. Placer, pasión y erotismo son los pilares de un mundo que crece en una sociedad atrapada entre la moral y la religión.

A pesar de las críticas que la etiquetan como degradante para el ser humano, para quienes trabajan en este sector el sexo es simplemente un negocio, regido por la ley de la oferta y la demanda. Sin embargo, la falta de regulación dificulta obtener datos precisos sobre las ganancias reales de la industria.

Eventos como una de las mayores ferias anuales de la pornografía en México atraen a miles de personas, quienes encuentran una amplia diversidad de productos, servicios y sitios web relacionados con la industria. El sexo en línea es una de las principales tendencias, con sitios web que alcanzan hasta 200.000 visitas en un solo día.

El testimonio de Nicky Ferrari, una estrella porno que inició su carrera en Monterrey, Nuevo León, refleja las diversas motivaciones que llevan a las personas a adentrarse en este mundo. Mientras tanto, una nueva generación de estrellas amateur, como Yuna, se abre paso en la industria motivada por la curiosidad y el deseo de experimentar.

En una sociedad donde la pornografía sigue siendo un tema tabú, su crecimiento y aceptación como una industria en auge desafían las normas establecidas, dejando en claro que para muchos, el sexo es más que un acto íntimo, es también un negocio lucrativo.