En una charla coloquial y llena de nostalgia, Alfonso Rodríguez, reconocido cineasta, compartió detalles íntimos de su vida familiar y trayectoria profesional. Entre risas y emotivas anécdotas, Rodríguez recordó cómo desde pequeñas, sus hijas lo despertaban con entusiasmo para ir al colegio.
Recordando con cariño los momentos de juego y complicidad. Rodríguez, conocido por su valentía y defensa de la sociedad, no dudó en destacar el talento de sus hijas, todas involucradas en el mundo del cine y la producción.
“Para mí las tres tienen una cosa muy especial”, expresó con ternura, mientras relataba cómo una de sus hijas, directora de vestuario, fue clave en una de sus películas. Con emoción, mencionó el desafío de dirigir en inglés y trabajar con actores de Hollywood, una experiencia muy desafiante.
Además, entre risas, recordó las travesuras de la infancia y cómo disfrutaban en la playa, donde se criaron como una familia unida. “El botecito de Alfonso”, así llamado con cariño, fue testigo de inolvidables momentos en familia, llenos de amor y complicidad.
Alfonso Rodríguez, más que un talentoso actor y director, se revela como un padre amoroso y cercano, cuyas historias transmiten la calidez y alegría de una familia unida por el arte y el amor