La tranquilidad nocturna de Bayaguana ha sido sacudida por una serie de hechos delictivos que mantienen en vilo a toda la comunidad. Robos, asaltos, y ahora, un desafío a la autoridad local han generado preocupación entre los residentes, quienes claman por acciones urgentes para frenar esta ola de criminalidad.

El reciente incidente que ha dejado atónitos a los habitantes ocurrió en el destacamento de la zona. En una osada incursión, desconocidos lograron ingresar, sometiendo y amordazando al agente policial presente. Este episodio indignante tuvo lugar el pasado martes a las 11:50 de la noche, justo durante las festividades patronales.

El modus operandi de los delincuentes fue tan insólito como peligroso. Una mujer, cuya identidad aún se desconoce, solicitó permiso para utilizar el baño del destacamento. Cuando el único policía de servicio se volteó para indicarle la dirección, fue brutalmente golpeado en la cabeza, amarrado, y despojado de su arma reglamentaria. Este acto, que roza la audacia y la burla, ha dejado consternada a la comunidad.

Las autoridades están en plena investigación para determinar la identidad y paradero de los responsables, quienes según reportes preliminares, serían una mujer acompañada por tres hombres. Además del asalto y la sustracción del arma, los delincuentes liberaron a los detenidos antes de huir del lugar. Para añadir a la osadía, uno de los maleantes se comunicó posteriormente para informar que el arma había sido abandonada en la zona.

Esta escalada de violencia ha transformado una tranquila localidad en un sitio de incertidumbre y temor. Los pobladores, consternados por la situación, exigen acciones contundentes por parte de las autoridades policiales. La sensación de impunidad con la que actúan los criminales ha llevado a los residentes a sentir que estos delincuentes se burlan directamente en sus caras.

En medio de esta crisis de seguridad, la comunidad de Bayaguana espera ansiosa medidas efectivas que les devuelvan la paz y la tranquilidad que tanto añoran.