Jhoel López, reconocido conductor y amante de la música urbana, ha compartido sus impresiones sobre la esperada segunda versión de Capea El Dough. Jhoel López mientras conducía un segmento del escándalo del 13 expresó su fascinación por la primera edición del evento, destacando la energía y el hambre de éxito que caracterizaba a los jóvenes artistas que apenas emergían en la escena urbana.

“Me encantó la primera versión de Capea El Dough”, afirmó Jhoel López. “Todos esos jóvenes, estaban comenzando a hacerse un nombre en el mundo de la música urbana. Tenían esa chispa, esa pasión por la música que era palpable”.

La primera versión fue un rotundo éxito, quedando grabada en la memoria del público por su frescura y el talento emergente que exhibía. Sin embargo, señaló que la segunda edición, aunque bien ejecutada, no logró capturar la misma magia que la original.

“La segunda versión está bien, pero no conectó como la primera”, comentó el conductor. “Hubo algo especial en aquella primera versión que esta edición no logró replicar”.

Una de las críticas más recurrentes hacia la segunda versión de Capea El Dough ha sido la inclusión del cantante boricua Arcángel La Maravilla, quien no participó en la primera edición. Esta adición sorpresiva generó opiniones divididas entre los seguidores, algunos elogiando la variedad de artistas y otros cuestionando su participación.

Cabe destacar que la organización de esta nueva versión estuvo a cargo de Alofoke Music. Su labor en la orquestación de la segunda edición añadió un toque profesional y una logística impecable, sin embargo, para muchos seguidores, la esencia original de Capea El Dough no se reflejó plenamente en esta segunda entrega.

En resumen, mientras que la segunda versión de El Capea Dough ha sido un esfuerzo bien organizado por parte de Alofoke Music, para Jhoel López y otros críticos, la magia y la emoción de la primera edición continúan siendo inigualables. La pasión y el hambre de éxito que caracterizaba a los artistas emergentes de la primera edición dejaron una huella imborrable en la memoria de los fanáticos del género urbano.