Las elecciones del pasado domingo dejaron resultados inesperados, con la victoria de David Collado en la alcaldía del Distrito Nacional como uno de los principales giros políticos. Postulado por los partidos Reformista Social-Cristiano y Revolucionario Moderno, Collado obtuvo el 47.58% de los votos, superando al alcalde Roberto Salcedo, que alcanzó un 39.2%. Esta derrota significó para el Partido de la Liberación Dominicana la pérdida de su plaza más simbólica en la capital.
Otra sorpresa fue el triunfo del Bloque Institucional Social-Demócrata en San José de Ocoa, donde ganó la senaduría con un 52.02% de los votos, consolidando además la alcaldía de Boca Chica con un 47.45%. Estos resultados posicionan al BIS como un actor clave en la reconfiguración política, desafiando las expectativas de partidos tradicionales y marcando una nueva dinámica en el mapa electoral.
El proceso también evidenció el declive de estructuras históricas como el Partido Revolucionario Dominicano, que apenas alcanzó un 5% de los votos frente al 47% logrado en 2012. Otros partidos minoritarios, como Alianza País y Alianza por la Democracia, registraron votaciones por debajo del 2%, reafirmando que las grandes sorpresas provinieron de coaliciones emergentes y candidaturas independientes.
