En diversos puntos del país, algunos “aventureros” decidieron desafiar las advertencias de emergencia en medio de la tormenta Franklin.
A pesar de las enfáticas declaraciones del centro de operaciones de emergencias y meteorología, estos individuos hicieron caso omiso y se arriesgaron en situaciones peligrosas. Por ejemplo, en el sector El Almirante, en Santo Domingo Este, jóvenes se lanzaron desde azoteas a charcos formados por las intensas lluvias.
En otro incidente curioso, residentes de Isabelita Segunda, en Santo Domingo Este, optaron por un enfoque inusual al montarse en un bote improvisado en pleno aguacero.
Este comportamiento desafiante no se limitó a un solo lugar, ya que en Sabana Perdida, un grupo creativo utilizó una nevera como bote para navegar por las calles inundadas.
La playa de Los Cuadritos en San Cristóbal también fue escenario de valientes que desafiaron las condiciones climáticas adversas. Bañistas se aventuraron en las aguas agitadas a pesar del paso de la tormenta tropical Franklin, demostrando una disposición inquebrantable a disfrutar de la situación.
En San Juan, incluso con pronósticos que advertían precipitaciones intensas, adolescentes fueron vistos bañándose en un río crecido en plena tormenta.
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