La Embajada de Haití en República Dominicana anunció este miércoles la suspensión temporal de sus servicios consulares, como parte de los protocolos diplomáticos vinculados a la instalación de su nuevo embajador, Emmanuel Fritz, quien presentará sus cartas credenciales este jueves ante el presidente Luis Abinader.

La suspensión de la embajada de Haití, que también obedece a preocupaciones de seguridad regionales, fue confirmada mediante un comunicado oficial en el que se informa que los servicios serán reanudados el próximo viernes.

Desde junio de 2022, Haití no contaba con un embajador oficial en funciones en República Dominicana, por lo que la llegada de Fritz marca un paso importante en el restablecimiento del diálogo diplomático directo entre ambos países.

Además de la embajada de haití, ubicada en Santo Domingo, la suspensión afecta también a los consulados haitianos en varias ciudades dominicanas, incluyendo Santiago de los Caballeros, donde usualmente se llevan a cabo trámites como la emisión de pasaportes y otros documentos consulares.

Las autoridades haitianas explicaron que la decisión responde en parte a la creciente situación de inseguridad en Haití, la cual ha generado preocupación por la integridad del personal diplomático y el normal desarrollo de sus funciones consulares en el país.

La Embajada de Haití ha comunicado la medida a través de sus redes sociales y canales oficiales, asegurando que se trata de una suspensión temporal mientras se normalizan las condiciones protocolares y de seguridad necesaria.

RD y Haití

Las relaciones entre Haití y República Dominicana se han caracterizado históricamente por una mezcla de cooperación y tensiones. En los últimos años, la inestabilidad política, la violencia de las bandas armadas y la crisis humanitaria en Haití han generado un aumento de la migración irregular hacia territorio dominicano, lo que ha provocado respuestas firmes por parte del gobierno dominicano, incluyendo deportaciones, construcción de un muro fronterizo y medidas restrictivas.

A pesar de estas fricciones, ambos países han mantenido canales diplomáticos abiertos para abordar temas de interés común como el comercio, la seguridad fronteriza y la salud pública. Organismos internacionales y actores regionales han insistido en la necesidad de una cooperación más sólida y sostenida, especialmente en un contexto donde la estabilidad de uno influye directamente sobre el otro. La frontera, por su dinamismo económico y humano, sigue siendo un punto clave que requiere vigilancia, diálogo y acciones conjuntas.