Hace dos días, la llegada de un contingente de 400 policías y militares kenianos a Haití ha generado gran expectativa y se está celebrando como un hito importante en la búsqueda de la paz. Este grupo forma parte de una misión internacional de 1000 efectivos destinada a enfrentar y controlar las bandas armadas que operan en Haití.

El contingente keniano arribó en un avión de Kenya Airways, con sus armas y la bandera de su nación en alto. La llegada de estos efectivos se produce en un momento crucial, ya que Haití ha estado sumido en una profunda crisis de seguridad. La presencia de estas fuerzas ha generado reacciones mixtas, tanto de esperanza como de incertidumbre, entre la población haitiana y las autoridades de la región.

En República Dominicana, la llegada de los kenianos ha sido observada con atención. Las autoridades dominicanas, conscientes de la posible presión migratoria y los intentos de escape de elementos delictivos de Haití, han intensificado la vigilancia en la frontera, especialmente en el cruce de Pedernales hacia Anse-à-Pitres. Según el comandante del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (CESFRONT), coronel Freddy Soto Thormann, y el comandante local, coronel De La Cruz Santana, se han tomado medidas preventivas para evitar la entrada de delincuentes al territorio dominicano.

La figura central de la delincuencia en Haití, conocida como “Barbecue”, ha expresado su disposición a colaborar con las fuerzas de paz, una declaración que ha sido recibida con escepticismo dado su historial criminal.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el canciller dominicano, Roberto Álvarez, han expresado su satisfacción por la llegada del contingente keniano. Biden resaltó que el pueblo de Haití merece sentirse seguro en sus hogares, mientras que Álvarez destacó la importancia de esta misión para liderar una intervención internacional en Haití.

Aunque la llegada de los kenianos es vista como un paso positivo, algunos críticos señalan que 400 efectivos podrían ser insuficientes para enfrentar a las bien armadas y organizadas bandas haitianas. La experiencia y conocimiento de las tropas kenianas en operaciones similares en otros países serán cruciales para el éxito de esta misión.

Las imágenes de la llegada del contingente keniano han circulado ampliamente, mostrando a los efectivos desembarcando y levantando la bandera de Kenia en el aeropuerto de Puerto Príncipe, un lugar que anteriormente había sido tomado por las bandas haitianas. Este operativo ha sido posible gracias a la intervención previa de contratistas norteamericanos que recuperaron el control del aeropuerto.

República Dominicana, aunque no forma parte directa de esta fuerza internacional, sigue jugando un papel importante al llamar la atención de la comunidad internacional y facilitar la logística necesaria para esta operación. Las autoridades dominicanas permanecen vigilantes y comprometidas con la seguridad regional mientras observan de cerca el desarrollo de los eventos en Haití.