En su espacio radial Buscando Sonido, el comunicador Robert Sánchez denunció el maltrato que habría sufrido la cantante de mambo Juliana durante su participación en el programa Pégate y Gana con El Pachá. Según explicó, la artista estaba lista para presentarse en vivo con su orquesta cuando fue informada de que debía ceder su turno porque había llegado Vakeró, quien se presentaría de inmediato.

Sánchez subrayó que preparar a una orquesta implica gastos y logística: desde músicos que cobran por ensayo y presentación hasta el montaje de imagen y vestuario. Juliana, dijo, estaba completamente lista, con todo su equipo preparado, pero terminó sin presentarse. Indignada, decidió retirarse para no quedar mal con el público, asegurando que “por respeto al público, yo me voy y no voy a cantar”.

El comunicador calificó la situación como un claro ejemplo del “abuso de los artistas pegados”, que desplazan a otros talentos en los medios. Aunque reconoció que en el pasado Vakeró pudo haber sufrido experiencias similares, enfatizó que a su nivel actual no necesita este tipo de ventajas. El comentario de Sánchez ha encendido la polémica sobre el trato desigual que reciben los artistas emergentes frente a figuras más establecidas.