Teherán, 21 de junio de 2025 – El Ministerio de Salud de Irán confirmó hoy que al menos 430 personas fallecieron y aproximadamente 3 500 resultaron heridas como consecuencia de los continuos ataques aéreos israelíes que comenzaron el 13 de junio pasado .

Los ataques de Israel se han dirigido a múltiples objetivos dentro de Irán, incluidos centros residenciales y una instalación nuclear en Isfahán, provocando daños civiles significativos. El bombardeo en Isfahán generó llamas visibles y un número considerable de víctimas.

Por su parte, Israel ha reconocido que los contraataques iraníes que incluyeron más de 450 misiles y 400 drones causaron al menos 24 muertos y cerca de 1 200 heridos en su territorio.

Estados Unidos, con el presidente Trump a la espera de decidir sobre su posible intervención, y la comunidad internacional han expresado profunda preocupación. Las Naciones Unidas y varios países incluidos Turquía, China y Rusia urgieron una desescalada inmediata para evitar una conflagración mayor en la región .

La ofensiva militar israelí busca neutralizar las capacidades nucleares y de misiles iraníes, mientras Irán advierte que cualquier expansión del conflicto traerá consecuencias graves. El intercambio de fuego continúa sin señales de cese, y la zona sigue bajo tensión, con temor a una guerra más amplia en Oriente Medio.

Ante el creciente número de víctimas, el gobierno iraní ha declarado estado de emergencia sanitaria en varias provincias, mientras hospitales y centros de atención colapsan por la magnitud de los heridos. Equipos médicos y voluntarios han sido movilizados desde distintas regiones del país, y se han solicitado donaciones de sangre en masa. Las autoridades iraníes también acusan a Israel de utilizar armamento prohibido, lo que ha generado nuevos reclamos ante organismos internacionales.

Mientras tanto, millones de ciudadanos iraníes han salido a las calles en manifestaciones masivas en Teherán y otras ciudades importantes, exigiendo represalias contundentes y calificando los bombardeos como crímenes de guerra. La tensión regional sigue escalando, y crece el temor de que este conflicto derive en una confrontación directa entre potencias internacionales con intereses en la zona.