El comunicador José Luis Mendoza advirtió sobre la creciente preocupación por la salud emocional de la niñez dominicana, enfatizando que la exposición a la violencia, la pornografía y la falta de orientación adecuada podría generar una generación de adultos depresivos y violentos.
Durante sus reflexiones, Mendoza destacó que muchos niños son testigos de hechos de violencia en los hogares y en sus comunidades, lo que, sumado al acceso temprano a contenidos inapropiados en internet, pone en riesgo su desarrollo psicoafectivo. Señaló que estos factores contribuyen a que la juventud actual esté creciendo con carencias emocionales significativas, que podrían reflejarse en futuros problemas sociales como feminicidios, suicidios y conductas violentas.
El comunicador insistió en la necesidad de que políticos, padres y educadores centren sus políticas y esfuerzos en la niñez, no solo en la educación académica, sino también en el fortalecimiento emocional y la enseñanza de tolerancia, resolución de conflictos y valores sociales, asegurando así un futuro más sano y equilibrado para el país.
Mendoza concluyó que el desafío es grande: proteger a la generación actual de ser “niños tristes” para evitar que se conviertan en adultos con problemas de salud mental y conductas agresivas, enfatizando que el bienestar emocional de los niños es clave para el desarrollo de una sociedad más estable y justa.
Además, Mendoza resaltó que muchas veces los niños no buscan orientación en sus padres ni en maestros, sino en sus pares, lo que aumenta la probabilidad de recibir información incorrecta o nociva sobre relaciones, sexualidad y manejo de emociones. Esto, advirtió, contribuye a la formación de una generación vulnerable ante problemas psicológicos y sociales.
El comunicador hizo un llamado a toda la sociedad, incluyendo medios de comunicación y responsables de políticas públicas, a priorizar el bienestar emocional de los niños, implementando programas de apoyo psicológico, educación en valores y medidas de protección frente a la violencia y la exposición temprana a contenidos inapropiados, como estrategia clave para prevenir futuros problemas sociales.