El presupuesto del 2026 podría enfrentar serias dificultades si no se realiza una recomposición de ingresos y gastos, advirtieron expertos y legisladores. Según el diputado Aníbal Díaz, la proyección de ingresos actuales mantiene la misma estructura que años anteriores, sin incluir nuevos impuestos ni una reingeniería de los arbitrios que pagan los ciudadanos, lo que limita la capacidad del Estado para cubrir incrementos en servicios esenciales.

Díaz destacó que sectores como la salud requieren mayores recursos, citando el aumento en gastos de medicamentos de alto costo, donde el Estado ya invierte miles de millones, pero aún no logra cubrir la demanda total de la población. Sin ajustes en la recaudación y en la planificación de los gastos, advirtió, será difícil sostener los programas sociales y cumplir con las necesidades crecientes de la ciudadanía.

Además, el legislador hizo un llamado a abrir un debate sensato y profundo sobre el manejo financiero del país, subrayando que una política fiscal rígida podría afectar la estabilidad económica y limitar la capacidad del gobierno para ejecutar proyectos clave en infraestructura, salud y educación. El año 2026 se perfila como un periodo crítico para la planificación presupuestaria, donde la falta de recomposición podría generar desequilibrios importantes.

Díaz también señaló que la falta de ajustes podría afectar la inversión en infraestructura y proyectos estratégicos que fomenten el desarrollo económico y turístico del país. Sin una adecuada recomposición de ingresos, el financiamiento de obras públicas, mantenimiento de carreteras y mejoras en servicios básicos podría depender únicamente de la deuda, incrementando la presión sobre las finanzas del Estado.

El diputado advirtió que la falta de un presupuesto equilibrado no solo impacta a las instituciones públicas, sino también a la confianza de inversionistas y al clima de negocios. Empresas nacionales e internacionales podrían frenar proyectos ante la incertidumbre sobre la disponibilidad de recursos y la sostenibilidad de los programas gubernamentales.

Por último, Díaz enfatizó la necesidad de iniciar discusiones tempranas sobre reformas fiscales y ajustes de ingresos para evitar crisis futuras. “No podemos esperar a que se presenten los problemas; debemos actuar ahora para garantizar que el presupuesto del 2026 sea viable y permita al Estado cumplir con sus obligaciones sin comprometer el bienestar de la población”, concluyó.