Un incendio se produjo la mañana del viernes en el restaurante La Baita, ubicado en la avenida La Confluencia del municipio de Jarabacoa, provincia La Vega. Aunque el establecimiento sufrió considerables daños materiales, no se ha reportado que el fuego haya causado lesiones a personas.

Según las primeras informaciones, el siniestro afectó de manera significativa la estructura del restaurante, aunque no se ha precisado la magnitud exacta de los daños. La rápida respuesta de los organismos de emergencia evitó mayores consecuencias.

Al lugar acudieron cuatro unidades del Cuerpo de Bomberos, una ambulancia y una patrulla de la Policía Nacional, bajo la coordinación del Sistema 9-1-1. Hasta el cierre de esta nota, las autoridades no han emitido un informe oficial sobre las causas del incendio ni otros detalles relacionados.

El restaurante, que era muy frecuentado por turistas y residentes por su ubicación estratégica y su oferta gastronómica, quedó completamente destruido. Imágenes difundidas en redes sociales muestran cómo las llamas envolvieron rápidamente la estructura, dificultando los esfuerzos de los bomberos por contener el fuego.

El alcalde de Jarabacoa, así como representantes del Ministerio de Turismo y del Cuerpo de Bomberos, se presentaron en el lugar y prometieron una investigación exhaustiva para establecer las causas del incendio.

Ubicado en la pintoresca avenida La Confluencia de Jarabacoa, La Baita era un restaurante emblemático conocido por su arquitectura rústica de montaña, ambientación acogedora y una propuesta culinaria que combinaba lo mejor de la gastronomía dominicana e internacional.

Rodeado de naturaleza y con vista a áreas boscosas, el establecimiento era punto de encuentro habitual tanto para turistas como para residentes locales. Su menú destacaba platos típicos elaborados con ingredientes frescos de la región, carnes a la brasa, pastas artesanales y postres caseros, complementados por una cuidada selección de vinos y bebidas tropicales.

La Baita era especialmente popular durante los fines de semana y temporadas altas, cuando se convertía en un lugar ideal para almuerzos familiares, cenas románticas o eventos privados en un entorno sereno y natural.