Mientras una comisión del Senado se prepara para rendir su informe sobre la reforma al Código Laboral, la Cámara de Diputados discute de manera paralela otro proyecto que busca modificar el mismo cuerpo legal. Esta duplicidad en los procesos legislativos ha generado críticas por la falta de coordinación entre ambas cámaras.
El senador Rafael Dulut aseguró que la Cámara Baja debería esperar a que el Senado remita su proyecto para su aprobación. “Eso es una pérdida de tiempo y esfuerzo. Incluso es una molestia doble para los grupos que hay que citar, primero a uno y después a otro, y ellos mismos sienten que hay incoherencia. Es legal, pero no prudente”, explicó. Dulut agregó que lo recomendable sería que los diputados aguardaran el informe final del Senado antes de continuar con su estudio.
A pesar de que el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, había anunciado que el Senado llevaría la delantera en el análisis de la reforma laboral, la Comisión Permanente de Trabajo de los Diputados sigue escuchando a sectores que ya habían sido consultados por la cámara alta. Según los legisladores, esto responde a la decisión del pleno de la Cámara de Diputados y del Senado, aunque muchos coinciden en que una coordinación bicameral hubiera evitado duplicidad y confusión.
El senador Dulut añadió que la falta de sincronización no solo genera retrasos, sino que también podría afectar la calidad de la reforma, al recibir opiniones similares de los mismos sectores en ambas cámaras. Señaló que la legislación laboral requiere un debate estructurado y bien coordinado para garantizar que los cambios beneficien tanto a empleadores como a trabajadores.
Asimismo, algunos diputados expresaron que, pese a la duplicidad, consideran importante mantener sus propias audiencias para escuchar voces que podrían no haber sido suficientemente consideradas en el Senado. Argumentan que esto les permite reforzar y ajustar el proyecto antes de su aprobación final.
La discusión de la reforma laboral se mantiene como un tema prioritario en la agenda legislativa, dado que busca modernizar el Código de Trabajo, equilibrar derechos y deberes de empleadores y trabajadores, y atender nuevas realidades del mercado laboral dominicano. Ambos cuerpos legislativos insisten en que, a pesar de la paralela, el objetivo final es contar con un proyecto sólido y consensuado que se traduzca en mejoras efectivas para el país.