Cindy Flores, una joven venezolana de 21 años, se ha convertido en un ejemplo de superación y esfuerzo en República Dominicana. A pesar de ser educadora de profesión, la crisis económica en su país la llevó a emigrar y ganarse la vida como conductora de un minibús que cubre la Ruta 40E, desde el Parque Independencia hasta el sector Moisés en Los Minas. Con una sonrisa y determinación, Cindy afirma sentirse orgullosa de su trabajo y asegura que su mayor motivación es demostrar que las mujeres también pueden abrirse paso en oficios tradicionalmente masculinos.
“Quiero decirles a todas las mujeres que sí podemos trabajar, ser independientes y salir adelante”, expresó con emoción. Cindy relata que los pasajeros se sorprenden al verla conducir, pero también la felicitan y admiran su valentía. Aunque reconoce las diferencias culturales entre Venezuela y República Dominicana, dice sentirse acogida y respaldada por sus compañeros del sindicato y por los usuarios que valoran su entrega.
La joven inicia su jornada a las cuatro de la mañana y regresa a casa cerca de las ocho de la noche, ganando entre 500 y 600 pesos diarios, suficientes —dice— para vivir con dignidad y ayudar a su familia. Recientemente, sus padres y su hermano también se unieron a ella en el país y trabajan en la misma ruta, lo que le brinda más seguridad y compañía. “Estoy orgullosa de mí misma y agradecida con Dios por esta oportunidad”, concluyó Cindy, símbolo de esfuerzo y perseverancia.