La comunicadora Isis Álvarez afirmó este martes que los periodistas no están obligados a revelar sus fuentes ni los métodos que utilizan para obtener información, destacando que el secreto a la fuente está protegido por la Constitución dominicana. Álvarez comparó esta protección con el sigilo sacramental de los sacerdotes, señalando que, al igual que este, es inviolable y fundamental para el ejercicio del periodismo.

La declaración surge en el contexto de la solicitud del Ministerio Público a la periodista Nuria Piera para que entregue detalles sobre cómo obtuvo información sobre presuntas irregularidades en SENASA. Álvarez sostuvo que aunque los ciudadanos pueden ser obligados a entregar pruebas ante un tribunal, los comunicadores en ejercicio de sus funciones no tienen esa obligación y deben preservar la confidencialidad de sus fuentes.

Asimismo, Álvarez enfatizó que corresponde a las autoridades y no a los periodistas investigar y verificar la información obtenida. Reiteró que revelar la trazabilidad de las fuentes podría poner en riesgo la labor periodística y la protección de quienes confían en los comunicadores para denunciar irregularidades o corrupción.

Álvarez advirtió que cualquier intento de obligar a los periodistas a revelar sus fuentes podría sentar un precedente peligroso para la libertad de prensa en el país. “Si los comunicadores se ven forzados a entregar quién les proporcionó información, se compromete la confianza que permite que se descubran irregularidades y se fiscalice a las autoridades”, señaló.

La periodista recordó que el ejercicio del periodismo de investigación es clave para la transparencia y la rendición de cuentas, especialmente cuando se trata de instituciones públicas como SENASA. Aseguró que los periodistas tienen la responsabilidad de proteger a quienes les brindan información sensible, y que cualquier investigación debe respetar ese principio constitucional.

Finalmente, Isis Álvarez hizo un llamado a las autoridades y al Ministerio Público a centrar sus esfuerzos en corroborar y verificar la información a través de sus propios mecanismos, en lugar de presionar a los comunicadores. Subrayó que la independencia periodística y la protección de fuentes son pilares esenciales para una democracia sólida y el derecho del pueblo a recibir información veraz.