El llamado de los curas va dirigido a iglesias, la universidad, la juventud, medios de comunicación, y hace una exhortación urgente a la diáspora haitiana y a la comunidad internacional para que dejan a un lado sus intereses mezquinos y tomen la verdadera dimensión del drama haitiano.

La pura verdad es que lograr que se haga algo por Haití ha sido imposible pues ni siquiera lo pudo el Presidente Clinton a través de lo que llamó Iniciativa Global Clinton(IGC). El fallo de Estados Unidos y la comunidad internacional ha sido creer que hacer elecciones y en consecuencia elegir un presidente es la solución.