El alcalde del municipio fronterizo de Dajabón, Santiago Riverón, respondió a las críticas surgidas tras su intervención directa con un grupo de menores haitianos que deambulaban por las calles del municipio y, según denuncias ciudadanas, alteraban el orden y la convivencia. Riverón defendió su actuación afirmando que actuó ante la falta de respuestas de las autoridades competentes y con el objetivo de proteger a la población local.
Santiago Riverón explicó que la presencia constante de más de 60 menores en situación irregular, muchos de ellos adolescentes organizados en grupos, ha generado temor entre los residentes. “No se trata de bebés ni de lactantes como se ha querido presentar. Son jovencitos que andan patrullando las calles en pandillas, durmiendo en techos, bañándose en tinacos, defecando en casas ajenas y cometiendo actos delictivos”, afirmó el alcalde.
El funcionario aseguró que ha solicitado en múltiples ocasiones apoyo a instituciones como el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) sin obtener respuestas efectivas. “La gente me exige orden, y como autoridad tengo que actuar. Nadie más puede tocar a esos menores, ni el Ejército, ni Migración. ¿Qué hago si ni siquiera Conani tiene recursos ni una casa de acogida?”, cuestionó Riverón.
El incidente que generó polémica ocurrió cuando Santiago Riverón fue captado trasladando a varios de estos menores en su camioneta. Algunos sectores lo acusaron de maltrato, pero él lo niega categóricamente. “No hubo violencia. Yo los cargué, como lo haría con un hijo cuando necesita corrección”, dijo.
El alcalde también alertó que algunos de esos jóvenes han estado involucrados en hechos graves, como agresiones sexuales y muertes en casas abandonadas.
Riverón aprovechó para reiterar que el problema no son los haitianos que cruzan la frontera, sino aquellos que ya se han asentado sin control ni asistencia, provocando situaciones insostenibles.
Además, acusó a algunas ONG de haber incentivado el traslado de menores en el pasado y pidió a la comunidad internacional actuar con firmeza. “Haití necesita una mano dura, no discursos democráticos. Si no se ordena ese país, no hay futuro ni para ellos ni para nosotros”, sostuvo.
Finalmente, Riverón expresó su frustración por el desgaste político que ha sufrido, aunque no descartó postularse a una posición más alta. “El pueblo está conforme con nuestra gestión. Hemos transformado Dajabón y mantenido el orden, pese a todas las adversidades”, concluyó.