En el programa Chévere Nights se presentó un debate sobre la aparente coincidencia entre las cuartetas de Nostradamus y la elección de Donald Trump, con el astrólogo Federico Velázquez explicando el fenómeno desde la cosmobiología y la cosmogeología. Velázquez comparó las cartas natales —la del 14 de junio de 1946 atribuida a Trump y la de los Estados Unidos, del 4 de julio de 1776— para analizar cómo la posición de planetas como Marte, Júpiter y Neptuno habría influido en temperamentos, decisiones y escenarios económicos.

El análisis enfatizó que muchas “profecías” se interpretan a posteriori: las cuartetas se adaptan al hecho consumado, por lo que su valor predictivo es discutible. Velázquez explicó los elementos concretos de la carta de Trump —Marte en posición combativa, Neptuno en la casa del dinero, tendencias proteccionistas— y advirtió que, aunque esos rasgos facilitan ciertos pronósticos (por ejemplo, políticas proteccionistas iniciales), proyectar impactos globales a largo plazo exige cautela metodológica.

La conclusión del segmento fue doble: por un lado, la astrología y la cosmobiología ofrecen un marco simbólico para interpretar tendencias; por otro, las “profecías” históricas no sustituyen análisis políticos ni económicos rigurosos. Expertos invitados y conductores coincidieron en que, más que creer en vaticinios, corresponde vigilar políticas concretas y sus consecuencias reales para la nación y el sistema internacional.