El gobierno de Japón anunció este miércoles que comenzará a intervenir en el mercado del arroz para frenar el encarecimiento de este alimento básico, una medida que se implementará a partir del próximo mes. La crisis del arroz se ha convertido en un dolor de cabeza para el primer ministro Shigeru Ushiva, quien enfrenta una creciente presión social y política a pocas semanas de las elecciones de julio.
Según reporta Brian Bujalance de la agencia F, los precios del arroz se han duplicado en el último año, impulsados no solo por la inflación, sino también por factores como compras de pánico, malas cosechas provocadas por el calor extremo, especulación de intermediarios y un auge del turismo que ha incrementado la demanda.
La tensión en torno al tema se agravó tras el escándalo que obligó a dimitir al anterior ministro de Agricultura, quien se jactó de recibir arroz gratis gracias a regalos de sus simpatizantes. Su sucesor, apodado en redes como “el ministro del ROZ”, asumió el cargo hace apenas una semana y ya enfrenta uno de los desafíos más apremiantes del gabinete.
Para contener el alza, el gobierno liberó en marzo parte de sus reservas de arroz a través de subastas, pero ahora dará un paso más: control directo de precios en el mercado interno. Se trata de una medida poco común en la economía nipona, pero que refleja la gravedad de la situación.