El presidente colombiano, Gustavo Petro, presentó una ambiciosa iniciativa para superar la crisis política en Venezuela: un gobierno de transición compartido, en el que participen tanto el régimen de Nicolás Maduro como sectores opositores. La propuesta fue publicada este viernes en su cuenta de X, donde Petro llamó a evitar “salidas que no sean dialogadas” y rechazó la imposición de un proyecto que favorezca a un solo bando.

Según Petro, ese gobierno de transición convocaría una “voluntad popular amplia” para alcanzar acuerdos sobre un camino democrático, con garantías de elecciones libres y sin presiones indebidas. Él asegura que ya ha mediado entre el gobierno de Maduro y representantes internacionales, incluyendo a Estados Unidos, en un intento por desactivar la escalada de sanciones y violencia.Parte central de su propuesta es el desmantelamiento progresivo de sanciones a Venezuela, junto con un desescalamiento político rápido, para posibilitar unos comicios verdaderamente competitivos.

Petro lamenta que en gestiones anteriores no se logró cumplir con esos objetivos: acusa que no se permitió la participación plena de María Corina Machado, ni se rebajó la recompensa que pesa sobre Maduro, y denuncia que las elecciones no fueron libres.

El modelo que plantea tiene un origen inspirado: Petro menciona su parecido con el “Frente Nacional”, una alternancia de poder que existió en Colombia entre 1958 y 1974. Según él, ese esquema permitió construir confianza entre facciones antagónicas y luego realizar elecciones libres.  Además, dijo que en su propuesta se podría recurrir a un plebiscito o a una “declaración unilateral de Estado” ante la ONU para legitimar la transición.

Petro advirtió además sobre los riesgos de una intervención militar extranjera en Venezuela. Sostiene que una acción armada podría intensificar la fragmentación del país y fortalecer a grupos armados, lo que tendría consecuencias graves para la región. Por ello, insiste en que la única opción viable es un proceso negociado y escalonado que respete los derechos humanos y que permita a los venezolanos decidir su futuro sin coerción.